Pensamiento Irracional

Los pensamientos irracionales son cogniciones evaluativas personales, absolutistas, expresadas como una obligación y asociadas a emociones inadecuadas de placer, dolor, frustración… que no interfieren con la obtención o logro de metas. 

El pensamiento racional es el pensamiento propio del ser humano y de su evolución.  Aunque no siempre es necesario ni ventajoso pensar de forma racional, en la mayoría de los casos va a marcar la diferencia entre conseguir lo que quiero o lo que necesito y no conseguirlo. Así de radical.

  Las ideas irracionales son rígidas y poco realistas, y suelen incluir contenidos:

• Acerca de nosotros mismos (“soy débil, soy incompetente, los demás no me respetan, no valgo nada…”).
• Acerca de los demás (“la gente no es de fiar, la gente me puede hacer daño…”).
• Acerca de la vida y del mundo (“la vida es muy dura, la vida es absurda, este mundo es un asco…”)

  Son irracionales cuando:

1. Son ilógicos y no consistentes con la realidad (no se apoyan en la experiencia, distorsionan y exageran).
2. Son inflexibles (expresados en términos de exigencias o necesidades muy urgentes).
3. Producen emociones intensas, de las que se suele intentar escapar impulsivamente.
4. No sirven para conseguir metas y objetivos.

 Son irracionales cuando:

1. Son ilógicos y no consistentes con la realidad (no se apoyan en la experiencia, distorsionan y exageran).
2. Son inflexibles (expresados en términos de exigencias o necesidades muy urgentes).
3. Producen emociones intensas, de las que se suele intentar escapar impulsivamente.
4. No sirven para conseguir metas y objetivos.

 Ejemplo: 

Pensamiento irracional:

  Es horrible que las cosas no salgan como yo deseo.

Pensamiento racional: 

Horrible no, en todo caso es un fastidio, pero que se le va a hacer. Siempre hay cosas que resultan bien y otras que no. Lo importante es descubrir por qué no ah salido, para que, si depende de mí, pueda mejorarlas la próxima vez.